Estrategias para prevenir el fraude y el robo en línea

Los consumidores confían cada vez más en los ordenadores e Internet para todo, desde comprar y comunicarse hasta realizar operaciones bancarias y pagar facturas. Aunque las ventajas de unos servicios "cibernéticos" más rápidos y cómodos son evidentes, las estrategias para prevenir el fraude y el robo en línea pueden no ser tan conocidas por muchos clientes bancarios.

10 cosas sencillas que le ayudarán a proteger su ordenador y su dinero de los delincuentes en línea:

  1. Tenga en marcha programas de seguridad informática que se actualicen periódicamente en busca de las amenazas más recientes. Instale programas antivirus para protegerse de los programas maliciosos (malware) que pueden robar información como números de cuenta y contraseñas, y utilice un cortafuegos para impedir el acceso no autorizado a su ordenador.
  2. Sea inteligente sobre dónde y cómo se conecta a Internet para realizar operaciones bancarias u otras comunicaciones que impliquen información personal confidencial. Las redes Wi-Fi públicas y los ordenadores de lugares como bibliotecas o centros de negocios de hoteles pueden ser peligrosos si no disponen de software de seguridad actualizado.
  3. Conozca las medidas de seguridad habituales en Internet. Por ejemplo, cuando realice operaciones bancarias o compras en línea, busque el símbolo de un candado en una página (que significa que es segura) y "https://" al principio de la dirección web (que significa que el sitio web es auténtico y cifra los datos durante la transmisión).
  4. Ignore los correos electrónicos no solicitados que le pidan que abra un archivo adjunto o haga clic en un enlace si no está seguro de quién lo envía realmente y por qué. Los ciberdelincuentes son buenos creando correos electrónicos falsos que parecen legítimos, pero que pueden instalar programas maliciosos. Lo mejor que puede hacer es ignorar las solicitudes no solicitadas de abrir archivos adjuntos o verificar de forma independiente que la supuesta fuente le ha enviado realmente el correo electrónico poniéndose en contacto con ella a través de una dirección de correo electrónico o un número de teléfono publicados.
  5. Sospeche si alguien se pone en contacto con usted de forma inesperada y le pide información personal. Una estrategia segura es ignorar las solicitudes de información no solicitadas, por muy legítimas que parezcan, especialmente si piden datos como el número de la Seguridad Social, números de cuentas bancarias y contraseñas.
  6. Utilice el proceso más seguro que pueda al iniciar sesión en cuentas financieras. Cree contraseñas "seguras" que sean difíciles de adivinar, cámbielas con regularidad e intente no utilizar las mismas contraseñas o PIN (números de identificación personal) para varias cuentas.
  7. Sea discreto al utilizar las redes sociales. Los delincuentes rastrean esos sitios en busca de información como el lugar de nacimiento de alguien, el apellido de soltera de su madre o el nombre de una mascota, por si esos datos pueden ayudarles a adivinar o restablecer las contraseñas de las cuentas en línea.
  8. Tenga cuidado al utilizar teléfonos inteligentes y tabletas. No deje su dispositivo móvil desatendido y utilice una contraseña de dispositivo u otro método para controlar el acceso en caso de robo o pérdida.
  9. Los padres y cuidadores deben incluir a los niños en su planificación de la ciberseguridad. Hable con sus hijos sobre la seguridad en Internet, incluidos los riesgos de compartir información personal con personas que no conocen, y asegúrese de que los dispositivos que utilizan para conectarse a Internet tienen la seguridad actualizada.
  10. Los propietarios de pequeñas empresas deben contar con políticas y formación para sus empleados sobre temas similares a los que se ofrecen en esta lista de comprobación para los clientes, además de otras cuestiones específicas de la empresa. Por ejemplo, considere la posibilidad de exigir más información que una contraseña para acceder a la red de su empresa, y medidas de seguridad adicionales, como exigir llamadas de confirmación con su entidad financiera antes de autorizar determinadas transferencias electrónicas.